Ante la imposibilidad de replantarlo, el espacio conservará un trozo del árbol y, a través de un código QR, se podrá acceder a una reseña histórica.
La Municipalidad informó este miércoles que el histórico Pino de San Lorenzo no podrá ser replantado en la plaza Independencia. La decisión se tomó luego de analizar los informes técnicos elaborados por especialistas de la Universidad Nacional de San Luis, el Municipio y distintas instancias del Gobierno provincial.
Con el objetivo de preservar la memoria histórica para la posteridad, la Municipalidad se encargará de emplazar un memorial en el mismo sitio en donde se ubicaba el pino, derribado por los fuertes vientos del temporal del lunes 6 de enero.
“La opción más viable es recuperar un trozo del árbol para volver a colocarlo. Además, a través del sistema de QR que tenemos implementado en el Municipio, vamos a agregar un código para que vecinos y turistas puedan conocer de dónde viene, quién lo entregó, cómo estuvo plantado, cómo fue creciendo, el lamentable episodio del 6 de enero y por qué se tomó la decisión de no volver a plantarlo”, explicó Ayelén Olivera, secretaria de Vinculación y Cercanía con el Vecino.
La secretaria dijo que se abrió una convocatoria a asociaciones y artistas que deseen sumarse a la preservación del árbol, otorgando un valor simbólico a sus restos a través de una obra escultórica, monumento o reseña de acceso público. “Los invitamos a que se acerquen a la Municipalidad y que, a través de una nota, soliciten una reunión para conocer su proyecto. Así nosotros entregamos parte del árbol a esas asociaciones que quieran mantener viva esta historia en algún otro sitio de la ciudad”, aclaró.
El Pino de San Lorenzo es un ejemplar plantado en 1923 en la plaza Independencia. A lo largo de 102 años de vida, alcanzó una altura de 18 metros y una copa de 16 metros de diámetro.
El informe del ingeniero agrónomo Eber Eugenio Barroso, explica que la caída sólo dejó intactas el 10 por ciento de las raíces, lo que es insuficiente para lograr un anclaje seguro para un árbol de ese porte. Asimismo, considera que “sería improbable que las pocas raíces que hayan quedado funcionales pudieran abastecer (de agua y nutrientes) a toda la parte aérea, aunque se redujera con una poda agresiva”.
Por otra parte, la licenciada Valeria Villarreal y el Mg. Martin Rodríguez Rivera, ambos de la UNSL, se encargaron de tomar muestras vegetales -ramas y piñas- para multiplicar el pino. La reproducción se realizará por medio de esquejes que ya fueron plantados y, dentro de tres meses, se ensayará germinar las semillas con el objetivo de obtener nuevos individuos del pino histórico.