La iniciativa que promueve el municipio capitalino, brinda un espacio de ayuda para las economías hogareñas. Tanto para feriantes como para clientes, la Feria Circular, se convirtió en una opción para los vecinos de San Luis.
El Paseo del Padre volvió a recibir este viernes una nueva edición de la Feria Circular, una propuesta impulsada por la Municipalidad que promueve el consumo responsable, la reutilización de prendas y la generación de ingresos para feriantes locales.
En esta ocasión, además de la gran concurrencia de público, dos expositoras compartieron su experiencia y destacaron el valor de este espacio.
Una oportunidad concreta para personas mayores sin empleo
María Soledad Scott Uribe participa en la feria desde hace casi un año y se mostró muy agradecida por el impacto que ha tenido en su economía personal. “Esto es una gran ayuda para personas mayores que no tenemos trabajo. Me encantaría que pudiera hacerse todos los sábados; sería fantástico para todos nosotros”, comentó.
Soledad ofrece ropa usada en buenas condiciones a precios accesibles: camisas desde $4.000, jeans a $6.000 y camperas desde $11.000. Además, valora que la feria funcione como un canal de diálogo con las autoridades municipales: “Tuve la oportunidad de hablar con el intendente y pedirle que tenga en cuenta esta propuesta. Ojalá pudiera repetirse semanalmente”.
De los trueques a la feria actual: 28 años en la moda circular
Silvana Rivarola es otra de las feriantes con más trayectoria. Participa desde los comienzos del trueque en Juana Koslay, hace más de dos décadas, y hoy continúa con entusiasmo en la Feria Circular. “Desde que empezó estoy participando. Me dedico a ofrecer ropa de marcas originales en excelentes condiciones y con buenos precios”, aseguró.
Entre su oferta hay remeras desde $3.000, camperas de pluma a $30.000 y cazadoras de alta calidad por $35.000. Silvana destaca que la ropa usada muchas veces tiene un prejuicio injusto: “La gente piensa que por ser usada puede estar sucia o en mal estado, pero no se dan cuenta de que en un shopping también se prueban miles de personas antes que vos una prenda”.
Invita a quienes estén atravesando dificultades económicas a que se animen a participar: “Todos tenemos ropa en desuso guardada. Hay que animarse a dar el primer paso. Esto ayuda al bolsillo y también a la comunidad”.
La Feria Circular no solo representa un espacio de compra y venta, sino también un punto de encuentro donde se construyen vínculos, se promueve la economía popular y se defiende la idea de que consumir responsablemente también puede ser un acto solidario y transformador.
